Me enviaron algunas fotos por mail y una foto general de la que, con ayuda de una lupa, fui descubriendo a cada persona. El vestuario de cada uno es igual al que cada persona tenía en la foto de referencia.
Primero arranco con un boceto en lápiz con el tamaño del cuerpo, facciones, altura. Luego lo paso a la tela. Para que el retrato se lo más fiel posible tomo en cuenta el color de piel, estatura, tamaño y peso de cada persona. Luego paso al rellenado del cuerpo y uno las piezas a mano para luego pasar al bordado de manos, rostros, cabello y accesorios.
La ropa también está confeccionada a mano. Previamente elijo las telas, los colores y texturas para cada uno.
Por último los pies. la moldería de los zapataos como si fuera una zapatera de juguete. Recorto una silueta del pie en cartón, y luego con gamuza, badana o cuerina recubro el cartón con la forma de cada zapato. Si tiene cordones se los coloco.
Las bolsitas en las que vienen los Retratos son un diseño exclusivo para este encargo. Con ayuda de una diseñadora gráfica que me armó el logo de la empresa, el diseño, y estampó a mano cada bolsa, para luego enviarla a coser.
Esta es una labor minuciosa donde cada detalle cumple un rol fundamental sobre la pieza terminada.
A menudo me cuesta desprenderme de los retratos ya que sólo me quedo con una foto de la labor realizada y siguen su destino.
Ya son 45 los Retratos realizados en estos últimos 4 años de trabajo.
